Quiero expresar mi más firme apoyo a la celebración de la Exposición Mundial Internet 1996. Estoy convencido de que esta iniciativa permitirá conocer las claves de uno de los factores fundamentales del futuro más inmediato.
Internet se ha convertido en el emblema de las nuevas tecnologías de la información. Su implantación supondrá una serie de cambios sociales sólo comparables con la revolución industrial y que ponen en cuestión valores, como el de la proximidad, sobre los que se han basado las ciudades durante siglos.
Nos encontramos ante una nueva era donde se abren nuevos caminos a la participación ciudadana, a la transparencia de la administración pública y a la profundización de la democracia.
Barcelona no quiere dejar pasar el tren del futuro y ha apostado decididamente por estos avances tecnológicos. El objetivo es seguir mejorando sustancialmente la calidad de vida de sus ciudadanos.
Se ha cumplido la predicción hecha por Paul Valery a principios de este siglo, cuando supo adivinar que la información llegaría algún día a los hogares de la misma forma en que lo hacen la electricidad o el agua. Esta exposición abre nuevos canales por los que debe discurrir esta información. Con ella nos acercamos a un nuevo mundo en el cual viajan las ideas sin que los ciudadanos deban moverse para encontrarlas.
Pasqual Maragall