La zona franca inteligente de Bogotá  
  Fue como cerrar los ojos y de pronto sentirme no en la Bogotá de hoy sino en la de diez años adelante. Tenía vaga idea de la zona franca por lo que se ve desde lejos al salir de Bogotá por el occidente. Pero nunca imaginé verla ya en operación, con plantas industriales que están funcionando, con toda la infraestructura de moderna “ciudadela inteligente” ya terminada y lista para la apertura formal en febrero, dentro de tres meses.

El aeropuerto de Eldorado ampliado y la zona franca son las más grandes obras de fin de siglo en Bogotá y punto de partida para un 2000 que pinta de maravilla.

* * *

LA GRAN BOGOTÁ OCCIDENTAL.– Atrás quedan cifras que antes de convertirse en realidad podían parecer fantásticas: 96 hectáreas de terrenos inundables, convertidas en parque para más de 100 plantas industriales, a 2.000 metros del aeropuerto, que generarán 30.000 empleos para impulsar el comercio exterior colombiano. La inversión es de 100.000 millones de pesos y ya se ha vendido un 60% de los lotes.

Será un poderoso polo de desarrollo para vastas zonas despobladas o deprimidas de la Bogotá occidental. Ya tiene buenas vías pero pronto vendrán la Ciudad de Cali y la perimetral, así como un amplio vecindario de sectores industriales y de vivienda que prolongarán el empuje que viene desde Ciudad Salitre.

Es un triunfo de la empresa privada, logrado por visionarios que pasaron por encima del presente, para concentrarse en el futuro. La semilla la sembraron Martín Gustavo Ibarra, líder en comercio exterior y Rodrigo Escobar Navia, el famoso ex alcalde de Cali. El principal estímulo oficial vino del alcalde Jaime Castro. Y bajo la batuta de Enrique Peñalosa Camargo, del gerente Leonardo Sicard y de la junta directiva presidida por Óscar Pérez Gutiérrez, se ha llegado a la realidad que tanto me impactó en un cerrar y abrir de ojos.

Fue como cerrar los ojos y de pronto sentirme no en la Bogotá de hoy sino en la de diez años adelante. Tenía vaga idea de la zona franca por lo que se ve desde lejos al salir de Bogotá por el occidente. Pero nunca imaginé verla ya en operación, con plantas industriales que están funcionando, con toda la infraestructura de moderna “ciudadela inteligente” ya terminada y lista para la apertura formal en febrero, dentro de tres meses.

El aeropuerto de Eldorado ampliado y la zona franca son las más grandes obras de fin de siglo en Bogotá y punto de partida para un 2000 que pinta de maravilla.

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LA GRAN BOGOTÁ OCCIDENTAL.– Atrás quedan cifras que antes de convertirse en realidad podían parecer fantásticas: 96 hectáreas de terrenos inundables, convertidas en parque para más de 100 plantas industriales, a 2.000 metros del aeropuerto, que generarán 30.000 empleos para impulsar el comercio exterior colombiano. La inversión es de 100.000 millones de pesos y ya se ha vendido un 60% de los lotes.

Será un poderoso polo de desarrollo para vastas zonas despobladas o deprimidas de la Bogotá occidental. Ya tiene buenas vías pero pronto vendrán la Ciudad de Cali y la perimetral, así como un amplio vecindario de sectores industriales y de vivienda que prolongarán el empuje que viene desde Ciudad Salitre.

Es un triunfo de la empresa privada, logrado por visionarios que pasaron por encima del presente, para concentrarse en el futuro. La semilla la sembraron Martín Gustavo Ibarra, líder en comercio exterior y Rodrigo Escobar Navia, el famoso ex alcalde de Cali. El principal estímulo oficial vino del alcalde Jaime Castro. Y bajo la batuta de Enrique Peñalosa Camargo, del gerente Leonardo Sicard y de la junta directiva presidida por Óscar Pérez Gutiérrez, se ha llegado a la realidad que tanto me impactó en un cerrar y abrir de ojos.

 


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